El, aquel hombre del silencio mío

Lleno de milagros y utopías

Entrelazamos nuestras mentes

Como una eufonía de viento desatado

Es temporada de ruidos

Iremos a la iglesia a saltar por los pasillos

Conversemos de nuevo con el clero

Que podemos cambiar el tiempo

Somos tierra, agua, fuego y viento

Pidamos a ellos

Nuestros primeros deseos.

0 artefactos: