Como lava aparece entre los arboles

Derritiendo todas las esperanzas

Construyendo dolores encefálicos

Mientras frenéticas se mueven allá abajo.

Dejo estas tierras húmedas de mares cercanos

Con olor a puerto de cuando en cuando

Cierro la puerta de una estadía ambigua

Distinta a lo que parecían los primeros días.

Me marcho de mi silla para vivir en una casa

Me deslizo más segura por la vereda, pero solo un poco

Comienzo a acostumbrarme…

De costumbre no se mucho , no paro de asombrarme,

De repudiar a cuantos y a cuantas.

Pasajes para casa, pasajes para mi mudanza

Con cajas, con amor, con olor a cigarro

A mate muy cargado, y a legumbres congeladas

Abro la puerta que ya no deja entrar los ruidos

Cierro la ventana que me dio mi mal dormir

Mi frazada morada que me arropa por las tardes

También quiere partir.

Ampolletas quebradas, alta dosis de consumo y cuentas atrasadas

Se quedan, no quieren partir con la insomne ahora durmiendo

Se abren las puertas, se cierran las ventanas, oigo el reloj de las 6

Pero ya no desde una cuadra

Lo oigo contigo desde mi almohada.