Las nubes que flotan en mi techo

Dulces y cercanas como el planeta sobre mi cabeza.

Se parecen a lo que un día fuimos

Me rodean trapos viejos y recuerdos que me agobian

Un par de cigarrillos y una lagrima en mis dedos.

Palabras sucias han roto mis ojos

Y dulces versos tocan mis ácidos labios.

Cubro todos los días desde hoy

Mis ojos de tristeza desterrada.

Mis manos ya no tocan más sus cuerdas

Ni mis labios susurran canciones en su boca.

Lo ha marchitado el tiempo y la noche

Y en sus ojos descansa la tristeza, sin reproches.

Padre de la derrota y dos errores

Marchita tres veces más nuestras flores.

0 artefactos: