El, aquel hombre del silencio mío
Lleno de milagros y utopías
Entrelazamos nuestras mentes
Como una eufonía de viento desatado
Es temporada de ruidos
Iremos a la iglesia a saltar por los pasillos
Conversemos de nuevo con el clero
Que podemos cambiar el tiempo
Somos tierra, agua, fuego y viento
Pidamos a ellos
Nuestros primeros deseos.
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